Realizamos el envío a finales de Octubre y mis alumnos (de México) estaban entusiasmados y en todo momento preguntándose aspectos de la vida de sus amigos chilenos, ¿qué comen? ¿Cómo es el clima? ¿cuáles son sus tradiciones? ¿Qué palabras utilizan frecuentemente?. Todas éstas dudas fueron aprovechadas para introducir contenidos y mantener la atención en el desarrollo de la vida en otra parte del mundo. La espera fue mucha, los preparativos llevaron su tiempo y el sismo que se nos atravesó dificultaron y atrasaron el proceso, sin embargo el entusiasmo de los alumnos y la emoción no decayeron y hoy finalmente culminamos este proyecto y recibieron las cartas de sus amigos Chilenos, quienes respondieron entusiasmados, agradecidos y amables.
Mis alumnos desbordaron alegría y yo más, he logrado muchos objetivos con este intercambio, pero el más importante: crear la incertidumbre de la vida fuera del lugar que conocen, con la esperanza de que vuelen muy lejos y logren mucho. ¡Gracias maestra Pao por ayudarme a lograrlo!
